En cambio, las personas con
Bulimia Nerviosa se suelen preocupar más frecuentemente. En ambos casos, las complicaciones pueden derivarse de las conductas que desarrollan:
atracones, vómitos o consumo de laxantes.
Desgraciadamente, esta enfermedad puede llevar a la muerte, aunque
con diagnósticos a tiempo y tratamiento adecuado se puede curar.
Las causas de muerte por TCA casi siempre son:
trastornos hidroelectrolíticos (agua y minerales) y el suicidio.
Primeras consecuencias:
El descenso de potasio en sangre
(hipokaliemia) es
la complicación más temida (aparecen tanto por disminución de su ingesta
como por aumento de sus pérdidas), cursa con sensación de hormigueo en
extremidades y calambres, hasta complicaciones cardíacas y renales muy
severas.
Otras diferencias de minerales frecuentes son la
disminución de Magnesio, Calcio y Fósforo en la sangre.
La deshidratación motivada por una ingesta insuficiente de líquidos
y/o aumento de las pérdidas (vómito, diarrea…) puede llegar a ser tan
grave que no le permita al riñón funcionar adecuadamente y entre en
insuficiencia renal.
El desajuste hídrico puede llevar a la aparición transitoria de
edema, especialmente en la fase de realimentación, que puede inducir a malinterpretar el peso.
Sistema Endocrino:
La complicación más habitual son los trastornos menstruales con
ciclos irregulares o ausencia de los mismos (amenorrea). Tanto los
estrógenos como las hormonas que los regulan están disminuidos.
En este estado de desnutrición, el organismo es sabio y
“considera” que la regla es un “lujo” que no puede permitirse, por
tanto, desaparece. Cuando el estado nutricional se normaliza la situación suele revertir.
Otra complicación que puede aparecer es una disminución de los niveles de glucosa en sangre (
hipoglucemia),
no solo por escasa ingesta, sino también por agotamiento de las
reservas (en forma de glucógeno, en el hígado y en el músculo).
Existe una hormona producida en una porción de la hipófisis, llamada
hormona antidiurética, que regula y controla las pérdidas de agua por
parte del organismo. Una posible afectación de la misma y consumo
excesivo de agua (cuatro o cinco litros) puede llevar también a serias
complicaciones.
Sistema Cardiovascular:
Frecuentemente aparecen alteraciones del ritmo, sobre todo
enlentecimiento (bradicardia) o aceleración (taquicardia). La tensión
arterial suele disminuir, por ello, aparecen los mareos y desmayos.
Cuando se modifican seriamente los minerales (sodio y potasio) pueden aparecer arritmias.
Sistema Hematológico:
Puede aparecer una
disminución de las células de la sangre: hematíes o glóbulos rojos, leucocitos o glóbulos blancos y plaquetas. En casos extremos aparece una
atrofia de la médula osea que es la productora de estas células. También pueden verse
alterados los sistemas de defensa (sistema inmune).
Sistema Gastrointestinal:
La presencia de vómitos continuada lleva a una lesión en los
dientes, con erosión de los mismos (perimyolisis); también puede
aparecer una inflamación del esófago (esofagitis), con erosiones y
úlceras. Es muy frecuente la aparición de un retraso del
vaciamiento gástrico, responsable de la sensación de estar lleno e
hinchado, después de las comidas.
También pueden producirse dilataciones del duodeno y yeyuno.
Es tremendamente frecuente la aparición de estreñimiento, debido a
una inadecuada alimentación pero también por el abuso de laxantes, que
genera que el intestino se vuelva “vago”.
Complicaciones Oseas:
La intensidad de esta desmineralización guarda relación con la duración de la enfermedad y la intensidad de la malnutrición.
La falta de estrógenos, la malnutrición y el exceso de cortisol
pueden estar implicados. A pesar del tratamiento con calcio o estrógenos
y la restauración de las reglas, hoy se cree que esta situación puede
no llegar a corregirse. La actividad física favorece una mayor densidad
ósea, sin embargo, si el hueso ya está dañado, una práctica de ejercicio
excesiva puede llevar a la aparición de lesiones vertebrales graves y
sería, por tanto, peligroso.
Pueden aparecer carencias de algunas vitaminas y minerales, entre los
que cabe destacar la carencia de Zinc (cuya disminución induce lesiones
en piel y cabello).
Sistema Neurológico:
Sobre todo, las alteraciones de los electrolítos pueden llevar a la aparición d
e crisis epilépticas, estados confusionales y pérdida de conocimiento.
El cansancio muscular es muy frecuente, con alteraciones de la sensibilidad en extremidades, cefaleas y convulsiones.
La piel suele estar seca, escamosa, con la presencia de
vello infantil o lanugo y una coloración anaranjada (hipercarotinemia), que empeora cuando se consumen elevadas cantidades de vegetales de color rojo-naranja (tomate, naranja, mandarinas…)
Pueden verse lesiones propias del escorbuto o de la pelagra (por
déficit de vitamina C o niacina, respectivamente).La autoinducción
repetida del vómito lleva a la aparición de callos en el dorso de las
manos y a la presencia de cardenales.
No esperes más. Acude a un tratamiento.
